lunes, 26 de septiembre de 2016

Lectores Cibernèticos

Lectores Cibernèticos

El libro: Un futuro incierto, pero esperanzador
Por Raúl Zurita (Poeta Chileno)

El futuro del libro está sellado, aunque habrá un período de transición cuando los medios digitales tratarán de imitar lo que se hacía en el libro, igual que la fotografía trató de imitar a la pintura o las primeras obras impresas a los manuscritos. La literatura va a sobrevivir pero bajo otras formas, que para mí serán radicalmente distintas. El paso del libro a lo electrónico implica una transformación total y uno está esperando a los artistas de esos nuevos medios. Creo que el libro de papel corresponde a un momento histórico fuerte, los últimos 500 años, período que sin embargo va a ir periclitando. Eso no significa que no se lean libros, pero como forma de depósito, como un elemento de museo. Como soporte de las nuevas obras estarán los nuevos medios. A mí todo esto no me genera ninguna inquietud. La poesía tal como la hemos entendido tiene 2800 años: antecede a la oralidad, a la escritura, al libro, sobrevivirá al internet… ocupará distintas formas. Igual uno puede, perfectamente, leer en formato libro La Biblia que fue escrita en papiro y cuero. O sea, no se mueren las obras, pero los soportes cambian radicalmente. Lo que está viniendo como cambio es impresionante. Poder ser testigo de eso me parece fascinante. Además, la civilización del libro y de la escritura ha sido de una extrema violencia, de una violencia infinita. Me genera esperanza que esté acabándose. Y es de esperar que este inicio sea mejor que el anterior

El texto y sus características

Características del texto
Todo mensaje, para ser considerado texto, cumplirá las siguientes características:
 • Perseguir una intención: Siempre que una persona elabora un texto lo hace con un determinado propósito: convencer a un amigo, informar de un acontecimiento, aprobar un examen, etc.
 • Estar estructurado: El texto ha de organizarse en párrafos, cada uno de los cuales contiene una sola idea. 
COMPRENSIÓN DE TEXTO ICONOS LENGUA Y LITERATURA USO DE RECURSOS PRODUCCIÓN DE TEXTOS REFLEXIÓN SOBRE LA LENGUA LA LENGUA EN LA INTERACCIÓN SOCIAL COMUNICACIÓN ORAL VARIEDADES LINGUISTICAS CULTURA ESCRITA LITERATURA EN CONTEXTO ESCRITURA CREATIVA
 El texto y sus características Prohibida su reproducción 19 Actividades 
• Estar cohesionado: Las ideas de cada párrafo deben guardar relación entre sí mediante expresiones de unión, a las que llamamos enlaces y conectores.
 • Desarrollar un tema: Todas las ideas de los párrafos tienen que ordenarse lógicamente para expresar un tema, que se condensa en el título. 
• Adaptarse a la situación: El vocabulario que se usa debe ser adecuado a la intención del autor y a la persona a la que va dirigido (un público amplio).
 • Tener buena presentación: Los textos escritos deben tener una disposición clara, ordenada y limpia, y los textos orales una expresión fluida y correcta. El aspecto formal del texto mejora la comunicación. 
• Respetar las normas: Además de ser coherente y estar cohesionado, un texto ha de ser correcto y ajustarse a las normas gramaticales y ortográficas; es decir, no debe contener errores ortográficos o de pronunciación, errores de concordancia…

Descontextualización

Desde la época del Imperio romano, las sociedades han visto la necesidad de mantener al pueblo informado sobre lo que sucede a su alrededor; ya sea a través de voceros o medios impresos, las personas estuvieron siempre ávidas de información sobre su entorno social. De esta necesidad nació una profesión milenaria: el periodismo. El periodista es aquel que selecciona y organiza información que podría ser de interés para el pueblo y se encarga, también, de difundirla. En nuestros días, el periodismo se ha convertido en una profesión muy amplia, con distintas ramas y varios medios de difusión, pero una cosa no ha cambiado: el periodista tiene un compromiso ético con la sociedad

Presentar la información de manera ética no es únicamente decir la verdad. La información real puede ser también tergiversada o descontextualizada en beneficio del hablante o de otros intereses. La descontextualización es un tipo de distorsión de la realidad mediante la cual el hecho verdadero es expuesto sin alterarlo, pero extrayéndolo del contexto en el que sucedió. Por ejemplo:

Información real 
En octubre, el Centro Cultural Alemán realizó un festival de cervezas al cual asistió el presidente de dicha organización. El presidente cató muchos tipos de cerveza: negra, roja, rubia y blanca. Finalmente, supo indicar que había preferido la rubia, aunque también había encontrado muy bien elaborada a la cerveza roja.

Información descontextualizada 
En la página web del Centro Cultural se publicó un artículo cuyo titular rezaba: Al presidente del CCA le gustan las rubias. Si bien el presidente del Centro Cultural hizo en efecto esa afirmación, extraída de su contexto, no se entiende con la intención con la que fue dicha en primera instancia.

Reporteros de clase





Un reportero es un periodista cuya principal actividad consiste en recolectar y presentar informaciones sobre un determinado evento o acontecimiento de cierta actualidad, lo que frecuentemente debe hacer desde el lugar mismo donde se producen o se produjeron los hechos significantes.





Para realizar el reportaje sugerido sigan las siguientes indicaciones: Planificación de la exposición
 • Elaboren una lluvia de ideas sobre lo que van a presentar en la que se contemple quién será el personaje famoso, cuál será la situación de la que hablará en la rueda de prensa, qué palabras serán descontextualizadas.
• Escriban un guion en el que especifiquen lo que dirá cada uno de los integrantes del grupo. Memoricen las líneas para que la exposición sea más natural. Asignación de roles • Presentador responsable:
Será el encargado de dar paso al reportaje y, posteriormente, hará un resumen de lo sucedido.
• Presentador irresponsable: Hará la segunda versión del resumen, en la que presentará la información de manera descontextualizada.
 • Reportero: Será el encargado de narrar los acontecimientos en la rueda de prensa ficticia. • Famoso: Hará declaraciones sobre la visita en esa ciudad, anunciará algunos hechos de importancia. Presentación
• Utilicen su imaginación para lograr que el reportaje sea creíble. Usen materiales del aula para ambientar la escena.
 • No olviden que para esta presentación, cada uno representará un papel, por lo tanto, deberán esforzarse para que su actuación sea agradable.
 • Si quieren utilizar cualquier herramienta extra para ambientar el estudio de noticias o el escenario de la rueda de prensa, lo pueden hacer.
Recomendaciones
• Al momento de hablar prolongadamente sobre el mismo tema, notarás que tu léxico se repite. Te sugerimos utilizar sinónimos para evitar la monotonía de tu presentación.

Lectura: El viaje mitológico

Al día siguiente, me encontraba en mi habitación jugando a Planet Wars Battlefront. Era uno de mis videojuegos favoritos, y normalmente pasaba sin dificultad de un nivel a otro. Pero, por alguna razón, mi puntería era peor que otras veces, y los sedientos Morlacks, alienígenas implacables que querían apoderarse de nuestras reservas de agua, llevaban las de ganar. Ni siquiera la triste perspectiva de pasar el resto de mi vida acarreando agua para ellos provocaba mi reacción. El juego era demasiado lineal, estaba harto de disparar contra todo lo que se asemejara a un Morlack y las acciones de mis rudos compañeros
—el capitán Mendel y los soldados Urth, Kaunas y Talliaferro
— me parecían excesivamente previsibles. A su lado, hasta el gigante Goliat era un prodigio de sutileza. Por no hablar del astuto Ulises. Dejé de jugar y pensé en los libros, en el poder que tenían para buscar nuestra complicidad y para despertar en nosotros sentimientos desconocidos. Y eso que yo solo había viajado a ellos, y no había leído ninguno. Recordé algo que me había dicho Pa: que el mérito de los buenos libros no dependía únicamente del argumento que contaban, sino del orden de las palabras y las frases. Quizá debía hacer un nuevo esfuerzo, empezando por los libros a los que había viajado. Busqué el texto de la Biblia en Cosmonet y di con tres o cuatro versiones. Por lo visto, aún tenía lectores entre los navegantes. El combate de David contra Goliat ocupaba solo una pequeña parte de un capítulo del Primer libro de Samuel. Lo leí de un tirón en la computadora, aunque no entendí todas las palabras. No encontré nada en él que no estuviera en mi viaje, salvo que al final yo no había querido cortar la cabeza del gigante y, confiando en su sinceridad, le había tendido la mano. Sin embargo, me gustaron la sencillez del libro y su sabor antiguo y repetitivo, que producía un ligero efecto hipnótico, como el refresco de cola. Supongo que eso era lo que Pa llamaba el ritmo de la historia. Mientras lo leía, me pareció ver el rebaño de ovejas asustadizas y las piedras donde se agazapaba el leopardo
 También La Ilíada se hallaba en Cosmonet. Al principio, me desconcertó un poco. Aunque Pa me había dicho que se trataba de un poema, no esperaba que la versión en español estuviera en verso, y además me perdía entre tantos dioses extraños. Pero me dejé llevar por el texto en cuanto aparecieron los personajes que me resultaban familiares: Ulises, Agamenón, Príamo y, sobre todo, Helena. Seguía leyendo cuando Pa llegó a casa esa noche, y me quedé leyendo cuando se acostó. Nueve protestó, porque aún estaba programado para recordarme que me fuese a dormir temprano. Así que apreté los botones correspondientes, que llevaba ocultos en el vientre, y ajusté su comportamiento al horario de verano, mucho más agradable. Al momento, se acurrucó a mis pies y cerró los ojos. Hacia las cuatro de la madrugada apagué la luz, pero no pude dormir. Acababa de leer ese canto de La Ilíada donde Héctor mata a Patroclo, confundiéndolo con Aquiles, y temía la venganza de este cuando se enterase. Al final, la curiosidad pudo más. Harto de dar vueltas en la cama, encendí la luz, me senté ante la computadora y continué leyendo. Casi grité cuando el hijo de Héctor rompe a llorar, incapaz de reconocer a su padre en aquel guerrero de tremolante penacho y brillante armadura, que se le acerca para despedirse. Presentía lo peor, y el recuerdo de que, en su viaje a La Ilíada, Pa había asumido el papel de Héctor, aumentaba la emoción de la lectura. Precisamente en aquel momento apareció Pa en la puerta de mi habitación. Acababa de levantarse para ir a la agencia. —¿Qué haces? ¿No duermes? —me preguntó. —Ya lo ves, leo La Ilíada.
No dijo nada, pero en la penumbra me pareció que sonreía. Con un nudo en la garganta, asistí a la horrible muerte de Héctor, a la profanación de sus restos y a esa escena del canto final donde Aquiles y Príamo, el guerrero furioso y despiadado y el viejo y respetado rey de Troya, se abrazan y lloran juntos. El texto acababa abruptamente, con los funerales de Héctor. Desconcertado, apreté varias veces la tecla de avance, hasta que recordé lo que Pa me había contado: que el final de Troya no se contaba en La Ilíada, sino en La Odisea. Así, un libro me llevó a buscar otro. Ya en La Odisea, me embarqué con Ulises, rumbo a la isla de Ítaca. Sin necesidad de pasar por Bibliotravel ni ocupar el sillón reclinable, viajé al país de los comedores de lotos, burlé al cíclope Polifemo, pariente lejano de Goliat, conocí a la hechicera Circe, que estuvo a punto de transformarme en cerdo, visité el reino de los muertos, escuché los cantos seductores de las sirenas y llegué a la isla de la ninfa Calipso, que me retuvo durante siete largos años. Luego, convertido en Telémaco, el hijo de Ulises, partí en busca de mi padre y escuché de labios de sus antiguos compañeros de batalla la historia del caballo de madera y el final de la ciudad de Troya, que no coincidía, naturalmente, con el mío. Y, de nuevo transformado en Ulises, volví a mis tierras de Ítaca, fui reconocido por mi fiel perro Argos y reencontré a mi mujer, Penélope, tejiendo un tapiz interminable. Uno a uno maté con mis flechas a todos sus pretendientes. Aprendí varias cosas. Una, que cuando uno lee un libro relaciona continuamente lo que está leyendo con lo que ha leído o con lo que sabe, de modo que uno va cambiando mientras lee, y al mismo tiempo va aportando al libro detalles, como un paisaje o una cara, que no estaban en él. Eso puede parecer obvio, pero yo no lo sabía. Si hay un objeto realmente interactivo, es el libro.

El libro electrónico y sus conflictos

Ventajas:
•Permitiría que los estudiantes no llevasen letras kilos en la espalda todos los días al colegio.
•Las bibliotecas y personas tendrían un fondo bibliográfico infinito.
•La accesibilidad a la cultura sería total.
•Millones de árboles dejarían de talarse si usásemos libros electrónicos. •Los autores de obras literarias ganarían el 70% de regalías, frente al 10% que ganan quienes venden libros de papel. Desventajas
•No existiría la sensación y apego al libro de papel por su tacto, aroma y otros aspectos que nos hacen «amar» un libro.
•Las librerías, bibliotecas actuales y peque- ños distribuidores de libros dejarían de existir, lo cual puede traer un problema de empleo para las personas que trabajan en dichas lugares.
•Comprar un dispositivo apropiado para libros digitales puede resultar muy costoso, y muchas personas quedarían sin poder adquirirlo.

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Novela realista hispanoamericana: Juan Rulfo y Jorge Icaza


La narrativa hispanoamericana experimentó un auge extraordinario en el siglo XX, y bajo esa perspectiva la novela se convierte en un medio para la búsqueda y la expresión de la identidad americana. Antes de esta época, llama la atención la ausencia casi total de novelas americanas. Existen varias excepciones a este vacío de tres siglos, como Periquillo Sarniento, de Fernández de Lizardi, o algunas novelas románticas, como María, de Jorge Isaac; Amalia, de José Mármol; Soledad, de Bartolomé Mitre; o Esther, de Miguel Cané. En la novela hispanoamericana podemos distinguir en dos etapas: la novela realista, a principios de siglo XX; y la renovación narrativa con los escritores del Boom, después de la década del sesenta. La novela realista En las primeras décadas del siglo XX, la novela hispanoamericana imita los modelos de la novela realista y naturalista del siglo XIX español, aunque con notables diferencias, como veremos más adelante. Según la temática, podemos clasificarlas en tres grupos: Novela de la tierra, Novela indigenista y Novela de la Revolución mexicana. 
Literatura
 Novela realista hispanoamericana: Juan Rulfo y Jorge Icaza COMPRENSIÓN DE TEXTO ICONOS LENGUA Y LITERATURA USO DE RECURSOS PRODUCCIÓN DE TEXTOS REFLEXIÓN SOBRE LA LENGUA LA LENGUA EN LA INTERACCIÓN SOCIAL COMUNICACIÓN ORAL VARIEDADES LINGUISTICAS CULTURA ESCRITA LITERATURA EN CONTEXTO ESCRITURA CREATIVA Observa un breve resumen de la novela Periquillo Sarniento de José Joaquín Fernández de Lizardi, en el siguiente enlace: https://goo.gl/cgDiU0 TIC • Responde ¿Conoces la historia de Pancho Villa? ¿Por qué los campesinos tuvieron que luchar contra su gobierno? ¿Crees que su causa fue justa? Justifica tu respuesta. Prohibida su reproducción 37 Juan Rulfo nació en 1918 en Sayula, provincia de Jalisco en México. Quedó muy pronto huérfano, trabajó en el Departamento de Inmigración, en la televisión y como escritor de guiones. En su país recibió el Premio Nacional de Literatura. Aunque es posterior a la revolución Mexicana y pertenece a la novela de la Posrevolución, el contexto histórico-literario de Juan Rulfo se inserta en la problemática de la revolución de 1910. Tipos Descripción Autores y obras 
El tema común de estas novelas suele ser el intento del hombre de dominar la todopoderosa naturaleza americana, que acaba normalmente con la derrota del hombre. Estas novelas de carácter testimonial tienen un estilo realista, sin retórica melodramática y con un lenguaje cercano al del reportaje periodístico, porque su correlato literario aborda como tema o marco argumental sucesos de la revolución. Los novelistas latinoamericanos también muestran interés por las condiciones de vida de las clases oprimidas: los indios y los mestizos. Estas obras denuncian la injusticia social y la explotación que sufren los indígenas y los problemas raciales de la sociedad americana. Mariano Azuela, Los de abajo. (La temática se prolongara hasta los años 50 con autores como Juan Rulfo y Carlos Fuentes). Ciro Alegría, El mundo es ancho y ajeno. Jorge Icaza, Huasipungo. Adalberto Ortiz, Juyungo. Alejo Carpentier,¡Ecué- Yumba-O!. Etc. José Eustasio Rivera, La vorágine. Ricardo Güiraldes, Don Segundo Sombra Rómulo Gallegos, Doña Bárbara, Canaima. Novela de la Tierra Mexicana Novela social o indigenista Novela de la Revolución Juan Rulfo